Lo habíamos intentado un montón de veces, cambiándolo por regalos, dandoselo a papá noel... pero llegaba la hora de dormir y se volvía loca, así que se lo devolviamos porque lo pasaba realmente mal. Una amiga me dejó este cuento y después de leerlo 3 días, se levantó de la siesta diciendo que lo quería tirar al contenedor de la ropa para que le llegase a un bebé. Esa noche lloró pero no era la misma ansiedad que las veces anteriores y al día siguiente ya se durmió sin una sola lágrima. Mi peque tiene 3 años y medio y era adicta a su chupete