Impresionante. Uno de esos libros de los que me siento indigno de reseñar, porque no es sólo una novela, es una vivencia. Es difícil explicar esto. Cuando lees un libro que te marca, te quedas con el título y vuelves a leer al autor con la idea de rememorar sensaciones vividas con aquella otra lectura. Pero, ¿qué ocurre cuando esta nueva lectura vuelve a zarandearte con la misma o mayor virulencia que la anterior? Eso me ha pasado con Pedro Simón. Después de su brutal "Los ingratos" ahora va y nos "regala" esta maravilla, "Los incomprendidos". Leo del orden de 75 libros por año y hacía mucho que no me emocionaba con uno como me ha pasado con éste. Bueno, creo que la última vez fue el año pasado con el otro. En cuanto a la historia, no voy a despiezar nada. Sólo creo que debería leerse y que refleja como ninguna otra que haya leído la parte del lexema que se refiere al dolor en el sustantivo adolescencia. Pero es mucho más. Es honesta y brutalmente humana. Habla de culpas y redenciones, habla de cosas universales, atemporales y, sin embargo, muy acalladas. No voy a entrar más, aunque me gustaría, en el contenido, para no destrozar nada a nadie. En cuanto al estilo, es sublime. Es de clásico, es de leerla con el subrayador encendido, on con un boli cerca para entresacar todas esas citas propias del autor, esos pensamientos que podrían encontrarse en una recopilación y que hablan y resumen en una frase brillante sentimientos y emociones humanas y sublimes. Este libro, que comienza con una genial cita de "Mark Twain" contiene cientos de otras citas propias del autor tan inspiradoras o más que aquélla. La sensación que queda tras leer un libro de Pedro Simón es tan intensa que uno no puede dejar de dar gracias a la lectura, a los libros que se escriben desde la ficción o desde la realidad, y de eso tiene mucho éste. Magnífico. Imprescindible.