El libro es una especie de guía a las distintas explicaciones que hemos dado los europeos a los orígenes de nuestras respectivas identidades nacionales. Algunas de estas explicaciones entroncan con la mitología griega, otras tienen que ver con los mensajes que encierra la Biblia, otras con el interés que despertó en Europa en un momento dado el mundo céltico, etc. A pesar de las diferencias, todas estas explicaciones tienen en común que están muy bien argumentadas y que siempre sitúan en un lugar privilegiado a la identidad propia.
El tema del libro es interesante, pero está tratado con una erudición que descoloca a quien no sea un especialista. El lector no especializado puede seguir el hilo general de la exposición y entender las conclusiones, pero se perderá muchos detalles por el camino.